(Pablo Roma, Gremiales) – El despido de Marcelo Campos, histórico chofer de Mirtha Legrand, ha generado indignación y puesto en evidencia una grave injusticia laboral. Con más de 30 años de servicio ininterrumpido, Campos fue desvinculado tras reclamar la actualización de su salario acorde con el convenio que le correspondía.
MARCOS CAMPOS: UNA VIDA AL SERVICIO DE LA FAMILIA LEGRAND
Campos no solo era el conductor de Mirtha, sino que también desempeñaba un papel fundamental en su entorno familiar. Desde trasladar a la diva a sus compromisos hasta ocuparse de los hijos de Juana Viale y organizar los viajes de Marcela Tinayre, su dedicación trascendía ampliamente la de un simple chofer. Su lealtad y compromiso con la familia Legrand parecían inquebrantables hasta que exigió lo que le correspondía por derecho.
UN RECLAMO SALARIAL JUSTO, UNA RESPUESTA INJUSTA
El conflicto surgió cuando Campos decidió exigir el salario que le correspondía según el convenio 709/15. Hasta ese momento, percibía su sueldo bajo el convenio de trabajadores de publicidad, lo que lo perjudicaba económicamente de manera significativa. En marzo, su salario debería haber sido de $1.816.310, pero solo cobraba $769.207. Al hacer el reclamo, en lugar de recibir una respuesta favorable, fue despedido.
EL SILENCIO CÓMPLICE Y LA INDIFERENCIA DE LA PRODUCTORA
El Sindicato de Choferes Particulares denunció la situación como “fraude laboral” y exigió explicaciones. Luis D’Angelo, secretario adjunto del gremio, criticó duramente a los responsables: “Es inadmisible que artistas de la talla de Mirtha Legrand permitan esta injusticia”. Sin embargo, desde la producción de los programas de la diva, encabezada por su nieto Nacho Viale, han guardado silencio, limitándose a afirmar que “todo está en manos de los abogados”.
MIRTHA LEGRAND, MOLESTA PERO SIN PODER DE DECISIÓN
Fuentes cercanas afirman que Mirtha está afectada por la situación, pero que la decisión final fue tomada por sus nietos, en especial por Nacho Viale, quien maneja las cuestiones económicas de la productora. La diva habría manifestado su descontento con el despido de Campos, pero su opinión no fue tomada en cuenta. Mientras tanto, el chofer, tras décadas de lealtad, guarda silencio y espera que la justicia laboral le devuelva lo que le fue arrebatado de manera arbitraria.
Este caso pone en evidencia la precariedad laboral que muchos trabajadores enfrentan, incluso aquellos que han dedicado su vida al servicio de familias de alto perfil. La desvinculación de Campos no solo es una decisión injusta, sino un mensaje preocupante sobre el poco valor que se otorga a la lealtad y el compromiso cuando se trata de reclamar derechos.