“El miércoles 20 de noviembre me llama el guardia del barrio a las 12.26, yo me estaba preparando para ir a trabajar y me llama al celular diciendo que lo habían llamado porque Diego Maradona se había descompuesto y que ya habían llegado a la ambulancia. Agarré el tensiometro y un estetoscopio, agarré el auto y me fui. Queda a 60 metros de mi casa”.
“Cuando llego me encuentro con dos personas en la puerta de la casa. Una de ellas me acompaña hacia adentro a través de la galería. Había una habitación y me encuentro en la cocina con otras personas. Al entrar a la habitación veo que había una persona realizándole masaje cardiaco a Diego, y otra le hacía respiración boca a boca”.
“Ahí pregunto cuanto hacía que estaba así. Me dijeron que a media mañana se había levantado a desayunar y que después había pasado a su cuarto de nuevo. No le encontré pulso ni sentí su respiración”.
“Empecé a hacer masaje cardiaco mientras interrogaba a la gente de alrededor y con qué medios contaban. Me dijeron que habían llamado una ambulancia. Volví a preguntar cuando lo habían visto por última vez y me dijeron que a media mañana”.
“En el lugar no había ninguna aparatología médica”.
“Cuando llegue a la casa me recibió el psicólogo y había otra persona que era chofer, no sé de quién. El psicólogo me fue acompañado en la casa y me fue contando algunas cosas. Me dijo que se había descompensado y que no le encontraban los signos vitales. Y después en la casa me encontré con la empleada, un chico alto que creo era el sobrino”.
“En el cuarto estaba la enfermera haciéndole masajes, el seguridad haciendo respiración boca a boca, y en los pies de la cama la psiquiatra miraba lo que hacían esas dos personas”.
“Vi a una persona que estaba acostada. Muy obesa y con una temperatura bastante más baja de lo normal. Ya no tenía signos vitales hace un tiempo largo”.
“No soy forense pero la realidad es que estaba un tiempo largo sin signos vitales. Él estaba acostado sobre el lado derecho de la cama y tenía el brazo colgando sobre el lado derecho. Los brazos estaban flojos. Se veía que estaba postrado hacía mucho tiempo y la inflamación de su cuerpo era notable”.
“No pude hacer más nada porque no contaba con ningún otro medio para actuar”.
“Llego un médico con una ambulancia y un botiquín. En ese momento corrimos la cama. Yo me fui para la cabecera de la cama, y me encontré con una rigidez mandibular y por eso no pude intubar. El doctor intentaba con el desfibrilador ver si había respuesta eléctrica”.
“Cuando llegué, por su temperatura, no me parecía que se condecía el relato de lo que dijeron con lo que había pasado. Me habré quedado en la casa hasta las 14.30”,
“La casa la conocía de antes de porque es de un amigo mío, pero nada que ver a lo que era. Cuando llegué no era nada que ver. Estaba muy sucia, muy desordenado, especialmente el cuarto. No había nada de limpieza, por lo menos básica, y para una persona que está recién operada”.
“El dueño, mi amigo, me dijo que no sabía a quién se la iba a alquilar hasta que fue a firmar el contrato”.
“Nosotros tenemos un chat del barrio y ahí nos enteramos de que iba a venir Maradona a vivir. Alguien avisó en ese grupo que iba a haber una ambulancia siempre parada en la puerta de la casa de Maradona, pero solo dos días hubo ambulancia y después nada”.
“Vi edemas en los miembros inferiores. Inflamación en las piernas y tenía un edema importante abdominal. Lo que vi es que no tenía tonicidad en el brazo derecho y cuando tuve que hacer el acceso a la vía aérea me encontré con una rigidez mandibular. Eso pasó debido al tiempo transcurrido que pasó de que el paciente estaba sin vida”.
Al testigo le mostraron de Diego en el medio de la cama, tapado hasta el cuello, donde se ve que tiene una almohada puesta debajo de la cabeza. “Cuando llegué, Diego no tenía almohada”, dijo.
También le mostraron una foto que tiene un hematoma grande en la espalda baja y en la parte de arriba también. “Yo no le vi la espalda, no llegué. Porque le hice RCP y después quedó en manos de los otros médicos”, respondió.
“Yo creo que hacía más de una o dos horas que estaba muerto. Seguro”.