La estremecedora e inesperada noticia del fallecimiento del Papa Francisco retumbó en el mundo, hecho sobre el cual la Iglesia entera se entristeció y se puso en oración por el Pontífice de la misericordia y la amistad universal, tal como lo hizo el obispo de la Diócesis de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, quien en la Catedral goyana presidió la Misa en el anochecer de este lunes 21 de abril y tuvo palabras contundentes en la invitación que efectuó en la mañana para esa celebración.
Monseñor Canecín hizo extensiva esa invitación a las autoridades y a la feligresía en general a participar del oficio In Memoriam y a rezar por el eterno descanso del Papa argentino, en la cual destacó «el testimonio de fe de quien supo guiar a la Iglesia universal con humildad, firmeza evangélica y amor incondicional por los pobres, los descartados y los que sufren».
Con emocionadas expresiones, el Pastor mayor de la Diócesis de Goya manifestó: «Hoy ha retornado a la casa del Padre Dios un Santo Padre, padre de todos, padre de los pobres y de los últimos, padre misericordioso. Gracias por volver a la Iglesia al Evangelio mismo. Esta mañana nos despertamos todos un poco huérfanos. Te vamos a extrañar con toda el alma».
Seguidamente, afirmó que «somos todos tus herederos para cuidar tu legado, para custodiar la sinodalidad y su implementación en la Iglesia».
Finalmente, el texto señaló «invitamos a todas las comunidades a celebrar la Eucaristía en su memoria, dando gracias por su vida entregada al servicio del Evangelio, y a renovar, en este tiempo pascual y en el Año Jubilar de la Esperanza, nuestra fe en Cristo Resucitado, que vence la muerte y nos ofrece la Vida nueva. María, Nuestra Señora de Luján, lo reciba en su corazón de Madre».
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