Frente al dilema de qué hacer con los dólares “del colchón”, el analista y empresario, Marcos Victorica, propuso en Canal E un cambio enfocado en pasar de “dólares dormidos” a “dólares trabajando”.
“Yo repitularía, yo hablaría de dólares dormidos versus dólares trabajando. Yo creo que la Argentina tiene que hacer que todos los dólares trabajen”, afirmó Marcos Victorica, y agregó: “Nadie puede tirar la primera piedra. Si estamos de acuerdo en eso, no hay dólar colchón ni no colchón”.
El verdadero objetivo de los dólares guardados
La clave, según explicó, no está en el origen de los fondos sino en su destino productivo: “Lo importante es que esos recursos funcionen para que la economía argentina mejore”. Luego, estimó que, “en gran parte se van a poner a trabajar acá y muchos se van a poner a trabajar afuera”.
Respecto al impacto económico de esas decisiones, Victorica comentó: “Cuando los dólares rinden, se produce una cosa que en economía se llama efecto riqueza”. A modo de ejemplo, comentó: “Suponete que vos tenés USD 1.000 colchón y lo mandaste en negro a Bitcoin y se volvió un millón de dólares. Vos te vas a sentir más rico y vas a gastar más plata acá”.
Qué podría ocurrir cuando se liberen los dólares
En cuanto al impacto de los dólares invertidos en el país, remarcó: “En la medida que liberemos los dólares, va a empezar a haber crédito”. Y reveló: “En los Estados Unidos, la gente no paga impuestos porque le tiene miedo al IRS, paga impuestos porque quiere demostrar ingreso para poder tener crédito”.
El entrevistado propuso un cambio de enfoque en la administración tributaria argentina: “La gente va a empezar a blanquear sola, no porque la persiga el ARCA, sino porque te conviene, porque querés comprar un auto en 60 cuotas o una máquina en 200 cuotas o una casa en 200 cuotas”.
Sobre la misma línea, destacó que el objetivo es claro: “Se genera un círculo virtuoso”. Según desarrolló, la recuperación económica depende del orden fiscal: “Hay una sola condición para que eso se mantenga en equilibrio, que es el superávit fiscal”. Y advirtió: “Si el Estado entra en déficit, es otro cuento, porque entramos al pedal de siempre”.