El brutal ataque contra Edward Coristine, más conocido como »Big Balls», un joven exmiembro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha desatado una fuerte reacción política y mediática en Estados Unidos.
Coristine fue agredido violentamente en Washington, D.C., mientras intentaba defender a una mujer de un grupo de violentos jóvenes pandilleros. La gravedad del ataque ha vuelto a poner en el centro del debate el problema de la seguridad en la capital del país y ha llevado al presidente Donald Trump a advertir con la federalización de la ciudad.
Según múltiples fuentes citadas por distintos medios, Coristine intervino al ver que una mujer estaba siendo acosada dentro de su vehículo por un grupo de al menos una docena de jóvenes. En un acto de valentía, el joven corrió a defenderla, pero fue atacado salvajemente por el grupo.
Terminó en el suelo, con heridas visibles y una conmoción cerebral, producto de una golpiza que ha sido calificada como »despiadada». Una imagen difundida en redes sociales por el propio Trump muestra a Coristine tirado en el pavimento, ensangrentado, lo que generó indignación en millones de usuarios.
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Coristine, conocido por su paso por DOGE y por su apodo »Big Balls», que refleja su carácter valiente y desafiante, se convirtió de inmediato en símbolo de la inseguridad que, así como denuncian diversas figuras, se ha apoderado de la capital estadounidense.
La historia conmovió especialmente al presidente Trump, quien escribió en su red Truth Social: »La víctima más reciente fue golpeada sin piedad por matones locales. Si esto continúa, voy a ejercer mis poderes y FEDERALIZAR esta ciudad».
Trump criticó duramente el sistema judicial local, afirmando que los delincuentes juveniles actúan sin temor, sabiendo que serán liberados rápidamente. En su mensaje, pidió que los pandilleros y menores mayores de 14 años sean juzgados como adultos, y afirmó que Washington, D.C. »debe ser segura, limpia y hermosa para todos los estadounidenses y para el mundo».
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Elon Musk, exdirector del DOGE y figura clave en la tecnología y política estadounidense, también reaccionó con contundencia. Confirmó el ataque a Coristine en un mensaje en X, donde relató que el joven salvó a la mujer con un acto de coraje que le costó una fuerte paliza. »Es hora de federalizar D.C.», escribió Musk, sumándose al llamado de Trump para tomar medidas urgentes ante la creciente violencia en la ciudad.
El ataque a »Big Balls» no es un caso aislado. En los últimos meses, la capital ha sido escenario de varios episodios de violencia grave. En mayo, un miembro del Congreso fue víctima de un robo de auto a mano armada en el barrio de Navy Yard.
Durante el mes de julio, un tiroteo dejó a tres personas heridas, entre ellas el joven pasante Eric Tarpinian-Jachym, de 21 años, quien murió días después. También se reportó el apuñalamiento de un agente del metro en abril. La situación parece estar fuera de control.
Hasta el momento, ni la Policía Metropolitana, ni la Policía del Capitolio, han emitido declaraciones sobre el ataque a Coristine. La falta de respuesta oficial ha sido criticada por varios sectores, que exigen acciones inmediatas.
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