Dos recientes graduados en Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), Verónica Herrera y Julián Bonilla Alayón, presentaron ante un jurado académico una propuesta innovadora para el sector agroindustrial correntino, específicamente su trabajo final de carrera, que se dicta en la Facultad de Ciencias Agrarias, analizó la viabilidad de instalar una planta procesadora de frutas congeladas en Goya, con el objetivo de abastecer la creciente demanda del mercado nacional.
El proyecto surge en un contexto donde las cifras señalan que la Argentina desperdicia anualmente 16 millones de toneladas de alimentos, equivalentes a 362 kilogramos per cápita. En el sector frutícola específicamente, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se perdieron 523.000 toneladas en 2022 debido a problemas en la cadena de valor como manipulación deficiente, deterioro y falta de refrigeración, una problemática sobre la cual el Papa Francisco se refirió en general al desperdicio de alimentos, e insistió en revertirla, incluso desde que era Arzobispo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Volviendo a la propuesta de Herrera y Bonilla Alayón, se enfoca en el segmento empresarial (B2B), dirigida a fabricantes de yogures, helados, restaurantes y otras industrias que requieren frutas de alta calidad disponibles durante todo el año. «Nuestro proyecto se enfoca en la producción de frutas congeladas bajo estrictos estándares de calidad e inocuidad alimentaria», explicaron los nuevos ingenieros industriales.
El estudio identifica una demanda insatisfecha en el mercado local, que obliga a muchas empresas argentinas a recurrir a importaciones costosas. Brasil se posiciona como el mercado más grande de alimentos congelados en América del Sur, mientras que la Argentina presenta la tasa de crecimiento más rápida en este sector.
El trabajo final tuvo como tutora a la ingeniera agrónoma Graciela Cedro y como coordinador al ingeniero industrial, Gustavo Javier Barrios Ruiz.
La localización en Goya permitiría optimizar la cadena de suministro desde los productores hasta los clientes industriales de la región NEA y Centro del país.