Alberto Fernández contraataca: presenta duros testimonios de los custodios de Fabiola Yañez que la muestran ebria

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Alberto Fernández y Fabiola Yáñez profundizaron en estos días su guerra judicial y mediática con duras acusaciones que se sostienen además en dos causas judiciales. Una fue iniciada en la justicia federal por ella contra él por presunta violencia de género, y otra por él ante la justicia porteña por presuntas amenazas telefónicas de su ex pareja, en la que le reclama el pequeño hijo de ambos, Francisco, de tan solo tres años, que reside en Madrid con su madre desde diciembre de 2023 y está sin ver a su padre.

Alberto Fernández esperaba una embestida de su ex pareja como la que tuvo lugar el domingo último en la entrevista que dio Yañez a La Nación, en la que, como parte de un reclamo económico, buscó imponer un manto de sospecha al patrimonio del ex presidente.

Pero su contragolpe ya está en marcha: aguarda que se resuelva el llamado a hacerle una pericia psicológica a la ex primera dama, y en ese marco Fernández cuenta con explosivos testimonios solicitados por la justicia porteña y presentados tanto en el expediente por la vinculación con su hijo Francisco como en la del juzgado federal.

En estos testimonios, a los que tuvo acceso Clarín, dos ex custodios presidenciales, Eduardo José Argenta y Diego Leonardo Sandrini -quienes se ocuparon de Fabiola en la Quinta de Olivos y luego cuidaron de ella y de su hijo en Madrid- hacen un sórdido panorama con supuestos y reiterados episodios de ebriedad. Ambos custodios declararon bajo juramento de verdad.

Tampoco favorecen la situación de Yáñez los testimonios brindados en justicia por una amiga suya, Claudia Silvero, y por la ex niñera de Francisco, Noelia Gómez.

Testimonio sobre la salud de Fabiola Yáñez de uno de sus custodios, el policía Eduardo José Argenta
El testimonio de Diego Leonardo Sandrini, custodio de Alberto Fernández, y Fabiola Yáñez. Habló de la salud de la ex primera dama

“Sí. Lo vi y lo presencié personalmente en varias oportunidades. En una de las oportunidades, cuando la selección argentina se había consagrado campeona del mundo, la señora pidió custodia y un vehículo para que la traslade al presdio de la AFA en Ezeiza. Yo fui en el auto de seguridad, que es el auto que va atrás, y no pudimos llegar por la cantidad de gente que había, y la señora no sólo tenía aliento etílico (cosa que yo pude percibir porque estuve cerca) después se quedó dormida en la camioneta Mercedez Benz en la que se desplazaba,” dice Argenta, que fue custodio de Fernández y que en esa situacón le tocó velar por la seguridad de Yáñez en Buenos Aires y después en Madrid.

Dice Argenta: “En otra oportunidad, ya en Madrid, en que lo episodios eran más frecuentes, notamos que cuando la íbamos a buscar a algún lado, el estado de ebriedad claro que presentaba, era común que hiciera solicitudes que generaban rispideces con la custodia, porque no era conveniente para su seguridad cumplirlas.” Y señala como ejemplo, que cuando la retiraban “de un domicilio a otro lugar, y se hallaba en un visible estado de ebriedad, ella pedía que la llevemos a otro bar o que busquemos otro bar abierto; cosa que me parecía improcedente y negativo para su seguridad, por lo que se generaban las rispidceces”. Argenta dice que “ante estos requrimientos me amenazaba diciéndome ´lo llamo a tu jefe y que te lo diga él´ y obviamente yo no cedía a ese tipo de presiones, porque como custodia no sólo debo cuidar la parte físcia de la persona sino también su imagen”.

Por su parte, el policía Sandrini, que fue custodia de varios jefes de Gabinete, sostiene que su trabajo incluía no solo la preservación de la seguridad de Yáñez, su hijo y la madre -que cuida en Madrid al pequeño Francisco- sino la “imagen pública”.

Según pudo leer Clarín, bajo juramento coincidió con Argenta en contar un episodio que según él “tuvo un quiebre, tras ganar la selección nacional la final del mundial en Qatar, en diciembre de 2022.” Contó que le avisaron en la madrugada “en forma intempestiva, que la primera dama iba a salir de Olivos hacia el predio de la AFA”. Y dijo que verificó que se conformara “la cápsula acorde al desplazamiento”, pero que después tomó conocimiento que ella “regresó a Olivos aproximadamente a las 5 de la mañana”.

Dice Argenta en su testimonio: “Tras eso yo tomé conocimiento por parte de la gente asignada a su custodia, que habían dejado a la primera dama con un estado de alcoholización evidente; lo que me permitió percibir que el cuadro estaba sufriendo un agravamiento, pues ya no había recato en esconder o disimular las consecuencias del consumo del alcohol excesivo.”

Ambos policías aseguran que esas situaciones se repitieron en Madrid, donde Fabiola Yáñez habría sufrido “ataques de pánico”.

El testimonio de Diego Leonardo Sandrini, custodio de Alberto Fernández, y Fabiola Yáñez. Habló de la salud de la ex primera dama
El testimonio de Diego Leonardo Sandrini, custodio de Alberto Fernández, y Fabiola Yáñez. Habló de la salud de la ex primera dama

Qué dijeron las dos mujeres cercanas a Fabiola

Los testimonios de estas personas que estuvieron con la atormentada pareja Fernández-Yáñez, fueron pedidos por el juez Christian Brandoni en el marco de la denuncia presentada por el ex presidente contra ella.

Fue la fiscal de primera instancia porteña Celsa Ramírez quien solicitó “el esclarecimiento de las amenazas que habrían sido proferidas por Fabiola Yañez durante las conversaciones telefónicas, que habrían sido producidas mediante la utilización de la aplicación Whatsapp”. Y luego, el juez Brandoni le prohibió a la ex primera dama tener cualquier tipo de conversación con Fernández, en forma directa o indirecta, “con excepción de aquellas que haga sobre la patria potestad del hijo en común”. Ni en los escritos, ni en los audios de estos documentos, se lee o se escucha a los testigos presenciar actos de violencia entre Fernández y Fabiola.

Claudia Silvero, testigo cercana a Yáñez, declaró haber sido parte de situaciones de tensión entre la pareja presidencial. Según su testimonio, las discusiones eran constantes y tenían como eje principal el consumo excesivo de alcohol por parte de Yáñez. «Ella estaba tomando, él la llamaba y preguntaba dónde estaba (…) ya estaba en un estado de ebriedad bastante avanzado, empezaban las discusiones», aseguró.

Asimismo, Silvero acusa una supuesta “falta de vínculo materno” de Yáñez hacia su hijo, Francisco: «Nunca la vi así, nunca la sentí mamá, ella siempre me dijo que no quería ser mamá». También reveló haber presenciado episodios en los cuales Yáñez consumía alcohol y fumaba delante del niño, incluso durante el embarazo.

Noelia Gómez, ex niñera de Francisco Fernández, también brindó detalles contundentes. Relató haber vivido en la residencia presidencial dedicada exclusivamente al cuidado del menor, destacando la escasa interacción de Yáñez con su hijo. «Pasaba muy poco tiempo con Francisco, era muy poquito. A mí me costaba dejárselo», expresó Gómez.

Gómez confirmó situaciones alarmantes relacionadas con el consumo de alcohol de Yáñez. «Una vez llegó bastante alcoholizada y se desvaneció cerca de la practicuna de Francisco», señaló. Además, mencionó haber recibido instrucciones específicas para proteger al niño de estos episodios: «Yo tenía instrucciones de sacarla siempre de la habitación de Francisco cada vez que la veía en ese estado».

Ambas testigos destacaron el papel activo y afectivo del presidente Fernández con su hijo. Gómez afirmó que Fernández estaba pendiente diariamente del bienestar del niño: «El doctor todas las mañanas antes de bajar al desayuno pasaba, lo saludaba y evaluaba cómo habíamos pasado la noche».

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