El presidente de la Asociación de Industriales de la Madera y Afines de Santo Tomé, Raúl Falero advirtió que la actividad está en «una etapa de supervivencia».
El dirigente empresarial afirmó en declaraciones radiales que la combinación de costos de producción elevados, un mercado interno saturado y dificultades para exportar han generado un escenario de gran incertidumbre.
Explicó que la falta de competitividad afecta particularmente a los aserraderos pequeños y medianos. «El mercado interno está totalmente paralizado, y las grandes exportadoras que antes vendían al exterior ahora inundan el mercado local, agravando la situación», sostuvo Falero.
Remarcó que a esto se suma la caída de la obra pública y el freno en las construcciones privadas, factores que históricamente han sido impulsores de la demanda de madera en el país.
El panorama, según el dirigente, no presenta señales de recuperación en el corto plazo. «No hay ningún indicador que diga que esto se va a revertir», afirmó con preocupación.
DIFICULTADES PARA EXPORTAR Y COMPETITIVIDAD
El dirigente dijo que las dificultades económicas que enfrenta el sector maderero no son exclusivas de Santo Tomé. Según Falero, la crisis se replica en otras regiones como Misiones y Santa Rosa.
«La actividad forestoindustrial está complicada en todo el país», aseguró.
La paralización de la obra pública y privada ha reducido la demanda local, mientras que las exportaciones, que podrían ser una vía de escape, se han vuelto inviables por la falta de competitividad frente a los mercados internacionales.
Remarcó que uno de los principales obstáculos para la exportación es el tipo de cambio.
«El valor actual del dólar no nos permite colocar nuestros productos en el exterior», explicó Falero, destacando que el costo de producción en Argentina es demasiado alto en comparación con otros países.
Además, la ubicación fronteriza de Santo Tomé genera un impacto adicional. «Antes, los brasileños venían a comprar aquí, pero ahora para ellos es muy caro. Lo mismo sucede con el resto de los mercados», indicó Falero, subrayando que la pérdida de competitividad afecta tanto a la venta interna como externa.
El dirigente también señaló que la población local ha comenzado a realizar sus compras en San Borja, Brasil, donde los precios son más accesibles debido a la diferencia cambiaria.
«Es normal que la gente busque ahorrar lo máximo posible, pero esto profundiza aún más la crisis de nuestro sector», agregó.