El PJ perdió en todo

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La acefalía partidaria a escala nacional impactó de lleno en lo provincial. El armado de listas, con socios como el Frente Renovador que, sin aportar casi nada de votos, se quedó con dos bancas legislativas, así como la poca capacidad de convencer al electorado y de movilizar las bases peronistas se tradujo en una de las peores elecciones de la historia del justicialismo local. Fernández de Kirchner y Ottavis conformaron la dupla de un fracaso contundente. El justicialismo sólo obtuvo una banca en Diputados y pasó a tener 2, al igual que en el Senado. Algo que no registra precedentes. A tal punto fue la mala performante que La Libertad Avanza, en el mano a mano con el partido de Perón, quedó en un empate técnico.

Aunque los resultados pusieron en la línea de fuego al llamado armador cristinista, José Ottavis, y dejaron al desnudo las consecuencias de no haber transitado un proceso interno que legitimara las candidaturas, el enojo apunta de lleno a Cristina Kirchner, que volvió a mostrar que no está habilitada para la conducción política del justicialismo. El PJ (en su versión kirchnerista) hizo una de las peores elecciones de su historia. Quedó con una bancada de diputados reducida a dos legisladoras (Marlen Gauna y Ana Almirón), y de senadores también de dos (Pitín Aragón y Celeste Ascúa). Para colmo y, tal como era de prever por el efecto de arrastre de la boleta a Gobernador, ninguno de los jefes comunales pudo mantener sus intendencias.

PRUEBAS AL CANTO. El cuadro con números muestra que el PJ (kirchnerista) aportó poco más de los escasos votos que obtuvo la alianza Limpiar Corrientes. Refleja también el aporte modesto de los demás aliados y, particularmente, el hecho de que la vertiente de Massa, como ocurrió también en las candidaturas nacionales y de la provincia de Buenos Aires, se llevó mucho más de lo que correspondía. No quedan dudas de que la falta de conducción política del PJ nacional quedó de manifiesto. En el mano a mano, en Corrientes, Javier Milei, incluso en una elección deslucida, superó al PJ. Toda una señal.

El recuento provisorio de votos de las elecciones provinciales expuso la pésima performance del justicialismo kirchnerista. El partido de Perón «regaló» bancas a aliados que siquiera aportaron lo necesario como para aplacar el avasallante tranco electoral del oficialismo. El caso del sector de Sergio Massa fue un ejemplo de cómo la acefalía latente en calle Salta, así como la digitación de estrategias desde Buenos Aires, interpósitos referentes «cristino camporistas», como Ottavis, instalados en Corrientes colaboraron a un desaguisado representativo. Los massistas, con muy pocos votos, se quedaron con una banca del Senado y una de Diputados. A ello le suma la segunda candidata a diputada nacional, y las fallidas candidaturas a Intendente de Capital, y a la Vicegobernación.
Otra banca que hasta el momento no encuentra explicación es la segunda de diputados, a quien se lo vincula con el sector de la CGT, aunque desde el gremialismo correntino nadie, hasta ahora, se hizo cargo.
Está claro que se manejaron las cuotas de poder como bienes de difunto, sin criterio, racionalidad ni respeto por la militancia peronista, lo que terminó en línea con los resultados finales.
Tras el recuento provisorio de votos en las elecciones provinciales, la alianza Limpiar Corrientes logró un resultado notable al asegurar tres bancas en la Cámara de Diputados, pero de ellas una sola del peronismo. Sin embargo, detrás de este éxito se esconde un complejo reparto de escaños que no sólo refleja el desempeño individual de los partidos, sino que también pone de manifiesto la intrincada dinámica de las coaliciones. En este caso, el Frente Renovador, un aliado del justicialismo que juega por fuera, sin aportar prácticamente votos, se quedó con la mejor parte.

¿QUIÉNES DEBERÍAN OCUPAR LAS BANCAS?

La naturaleza de las alianzas es que la distribución de bancas no siempre se rige por un criterio de «el que más votos pone, más bancas se lleva». Las listas suelen ser producto de negociaciones políticas previas, algo que en el PJ de Corrientes pareciera que no se supo conducir. Todo fue turbio desde el comienzo. Es que, al analizar el aporte de cada partido, se puede inferir una distribución equitativa basada en la contribución.
Si se aplicara una lógica de proporción directa, el PJ, columna vertebral de la alianza, tendría una fuerte justificación para liderar la oferta electoral.
No volvió a pasar ello. Se repitió la historia de sucesivas elecciones en las que, intervenciones mediante, el peronismo fue sistemáticamente relegado, muchas veces con negociaciones que ni siquiera fueron políticas, sino de otra naturaleza.
La discusión sobre si esa lista refleja el peso electoral de cada componente es el verdadero debate que surge en la interna de la alianza. La distribución de bancas no sólo es una cuestión matemática, sino el resultado de un delicado equilibrio político que se pone a prueba en cada elección. En el justicialismo, esto quedó a simple vista que no se aplicó. No se distribuyó según el aporte de cada partido ni se tuvo una cuenta un equilibrio político a la hora de negociar.

LOS NÚMEROS CANTAN. Sobre el total de 127.415 para la categoría de gobernador el PJ kirchnerista logro 62.043 votos lo que representa el 9,73% de los votos provinciales. Sumando a los distintos aliados llego al 19,97%. El cuadro refleja el regalo que hizo el peronismo que a la postre solo se llevó en este turno electoral una diputada Provincial, cosa más que magra. Mas que quejarse de lo que se llevaron los aliados vale el refrán de que La culpa no la tiene el chancho sino el que le da de comer, y ahí los cañones apuntan a la falta de conducción política del PJ nacional. De todas formas, no puede dejar de tenerse en cuenta que Cristina Kirchner nunca Jugo para que el peronismo de Corrientes gane.

CON EL ALA ROTA. La ex Presidente no quedó bien parada frente al peronismo de Corrientes. Participó del lanzamiento del candidato del partido en Paso de los Libres y después «se borró» sin siquiera levantar el teléfono, más allá de que algunos aseguraron que el propio Tincho le pidió que bajara su nivel de exposición como en su momento se le pidió en la elección de la Ciudad autónoma. En los hechos, el resultado de Corrientes fue elocuente. El pejotismo kirchnerista apenas supera el 9% y en el mano a mano con La Libertad Avanza no pudo sacar ventajas.

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